En un alarmante acto de falta de ética y sentido común, diversos políticos de varios partidos han invadido los alrededores del parque recuperado de Mandinga en Santo Domingo Este, manchando la vista hermosa de un muro que antes era un vertedero y hoy es un ícono de la recuperación de la ciudad. Esta lamentable situación pone de manifiesto la ausencia de seriedad y el desprecio por el progreso de la ciudad por parte de algunos políticos.
El parque de Mandinga, una vez en ruinas y convertido en un foco de contaminación visual y ambiental, fue objeto de un esfuerzo considerable para su recuperación. Sin embargo, la intervención de políticos inescrupulosos ha desvirtuado el propósito de este espacio, ensuciando su entorno con propaganda partidista y desafiando el esfuerzo colectivo de revitalizar la zona.
El muro que antes fungía como depósito de desechos y escombros, y que hoy representa un símbolo de la transformación positiva de la ciudad, se ve opacado por la imprudente invasión política. Este acto no solo denigra el esfuerzo de la comunidad y las autoridades locales en la restauración del parque, sino que también deja en evidencia la falta de compromiso de algunos políticos con el avance y la estética de la ciudad.
Condenamos enérgicamente este abuso, que no solo refleja una falta de respeto hacia el espacio público recuperado, sino también un desprecio absoluto por la inteligencia y sensibilidad de los ciudadanos. Los políticos tienen la responsabilidad de ser ejemplos de conducta cívica y respeto por el bien común, y esta invasión partidista demuestra una alarmante carencia de liderazgo ético.
Es necesario recordar a estos políticos que la ciudad de Santo Domingo Este merece avanzar sin obstáculos políticos innecesarios. La politización de espacios recuperados socava los esfuerzos comunitarios y daña la imagen de la ciudad ante sus propios residentes y visitantes.
Es hora de que los ciudadanos exijan responsabilidad y sensatez a aquellos que buscan representarlos. La belleza de la ciudad y el progreso colectivo no deben ser sacrificados en el altar de intereses políticos mezquinos. La invasión de los alrededores del parque recuperado de Mandinga debe ser condenada de manera unánime y se deben implementar medidas para preservar estos espacios de la politización irresponsable.
Editado y Difundido por Multimedios LZO